Ante la posibilidad de adquirir un barco de segunda mano siempre es aconsejable disponer de una opinión experta y neutral que nos permita conocer bien el estado real de la embarcación en cuestión, así como también la importancia o el coste de cualquier posible cuestión, futura reparación o incidencia previsible.
Pero no se trata sólo de evitar cualquier sorpresa desagradable de carácter económico, tras la compra de su embarcación, sino mucho más, evitarle también la posibilidad de tener que afrontar cualquier sorpresa inesperada, pero en materia de seguridad. Por poner un ejemplo, en el mar, el alcance de llevar un simple grifo de fondo en mal estado, una hélice sin tuerca de fijación, o incluso un fusible fuera de servicio, sin duda alguna, puede ser imprevisible.
Si la ocasión lo requiere, podemos disponer de los colaboradores más expertos y adecuados, al nivel que se precise, en función del tipo concreto de embarcación de que se trate. No importa lugar, tipo o tamaño. Por regla general, lo más habitual suele ser realizar una inspección general y, posteriormente, en función de los resultados obtenidos, incidir solamente en aquellos aspectos concretos que pudieran considerarse más oportunos.
Si está pensando en vender o en comprar un barco usado, consúltenos. Nuestro interés es el de prestarle al cliente el mejor servicio.